Vamos a ver cómo preparar, paso a paso, un salmón al horno. Es una de las recetas más sencillas y a su vez, está delicioso. Además, el salmón nos aporta una gran cantidad de vitaminas y minerales y es bajo en grasa.
Necesitaremos alrededor de 45 minutos para tener listo nuestro salmón al horno. Pero, por otro lado, gran parte del trabajo lo hace el horno, así que mientras se prepara, podremos hacer otras cosas.
Las verduras y hortalizas que lleva este plato le dan un sabor estupendo.
Vamos a ver cómo hacerlo.
Salmón al horno con patatas
Ingredientes (cantidades para cinco personas)
- Un kilo de salmón fresco (en un lomo entero)
- 2 Patatas
- Un pimiento verde italiano
- Dos cebolletas
- Un par de tomates
- Vino blanco
- Sal y pimienta (al gusto)
Elaboración
Primero, elaboramos la «cama» sobre la que vamos a poner el salmón. Para ello, picamos las patatas en rodajas de medio centímetro de grosor, el tomate en rodajas finas y la cebolleta en juliana. Después, distribuimos todas estas hortalizas sobre una bandeja de horno. A continuación, sazonamos y añadimos un poco de agua, un poco de aceite de oliva y un poco de vino blanco.
Metemos la bandeja en el horno y horneamos a 190º durante 20 minutos (aproximadamente), hasta que veamos que las patatas están cogiendo color y que las hortalizas han quedado bien pochadas.
Cuando hayamos terminado de hornearlo, espolvoreamos todo bien con pimienta negra y colocamos el lomo de salmón sazonado sobre la «cama de hortalizas». Añadimos también unos aritos del verde de la cebolleta, distribuyéndolos por encima.
Después, dejamos que el salmón se cocine durante unos diez minutos. Debemos de ser cuidadosos con no pasarnos de tiempo, ya que si queda demasiado cocinado quedará algo seco y ya no resultará tan jugoso. Para comprobar si está bien, podemos aplastarlo ligeramente con un tenedor. Si vemos que se separan las lacas del pescado, es que ya está en su punto.
Para tostar un poco la base del pescado, podemos darle un gratinado final de un minuto.
Para finalizar, lo servimos directamente en la fuente de horno en la que lo hemos cocinado. Otra ventaja: solo tenemos que fregar una cosa.
Y la lo tenemos listo.
Podemos acompañarlo de unos guisantes o de una ensalada. Y ya tenemos completo nuestro menú. Sabroso y saludable.
Buen provecho.
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