La de pimientos asados es una receta que siempre es muy socorrida. Un acompañante ideal para nuestros platos.
Aunque a veces puede parecernos que tardan en hacerse y terminemos decantándonos por algo más rápido de preparar, su magnífico sabor bien merece la pena. Además, tampoco tardaremos demasiado, no más de una hora. Y en una sola vez podemos tener pimientos asados para bastantes días.
Es cierto que podemos comprarlos también en conserva. Pero no hay ni punto de comparación con unos pimientos asados hechos de forma tradicional. Además, también esta esa satisfacción de saber que lo hemos cocinado nosotros mismos.
Este plato se hace tradicionalmente con pimientos rojos que aunque, gracias a su cultivo en invernaderos, podemos encontrar durante todo el año tienen su mejor época en el periodo de tiempo que va del verano al otoño.
Si queremos darle un colorido extra a nuestro plato también podemos agregar pimientos verdes o amarillos.
Los pimientos rellenos son ideales como acompañamiento o guarnición de tostas, guisos, ensaladas y otras muchas cosas más.
¿A que ya os están apeteciendo? pues vamos a ver cómo se hacen.
Pimientos asados al horno
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Ingredientes (para cuatro personas)
- Un kilo de pimientos rojos
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
Elaboración de los pimientos asados
Primero, buscamos una fuente de horno en la que veamos que los pimientos pueden caber bien. Si no queréis o no tenéis ninguna a mano también existe la posibilidad de ponerlos directamente encima de la bandeja del horno. Pero es preferible usar la fuente ya que resulta mucho más manejable y también ensuciaremos menos.
En segundo lugar, calentamos el horno durante diez minutos a 200º. Mientras, lavamos los pimientos y los secamos. Con las manos (o ayudándonos con un pincel de cocina) los impregnamos de aceite de oliva por todos lados. A continuación, salamos al gusto.
Después, colocamos los pimientos en la fuente y esta en la bandeja del horno, en posición horizontal. A continuación, bajamos la temperatura a 180ºC, ponemos calor «arriba y abajo» y horneamos durante unos 50 minutos.
Cuando llevemos unos 25 minutos, abrimos el horno y, teniendo cuidado de no quemarnos, le damos la vuelta a los pimientos. Así se asarán en las misma proporción por las dos caras.
A los 50 minutos de haber comenzado a hornear, retiramos los pimientos del horno. Después, pasaremos a comprobar si la piel está completamente arrugada y han soltado bastante líquido durante el horneado.
Cómo cortar los pimientos a tiras y conservarlos
Para conseguir que sea más sencillo pelar los pimientos, haremos que suden. Para empezar, tapamos la fuente en la que están con papel de aluminio y los dejamos tapados durante unos 20 minutos, hasta que ya estén fríos y sea sencillo manipularlos.
Después de destapar la fuente, separamos la carne del tallo y las pepitas de cada uno de los pimientos. Mientras, vamos retirando la piel, que saldrá sin problemas.
A medida que los vayamos teniendo listos, los pasamos a un plato, fijándonos en que no tengan pepitas. También reservamos el agua que han soltado durante la cocción.
Cortamos los pimientos en tiras, unas 5 o 6 por unidad. Finalmente, los pasamos a un bote de cristal en el que añadiremos un poco del agua de la cocción que hemos reservado previamente y rellenaremos con aceite de oliva hasta cubrirlos.
Así conseguiremos que puedan conservarse unos 30 días en el frigorífico en perfectas condiciones.
Otra receta con pimientos: pimientos rellenos
