jariam marzo 26, 2019

Las patatas aliñadas, o «papas aliñás», como también se les llama coloquialmente, son originarias de la provincia de Cádiz. Este plato que vamos a hacer en la receta patatas aliñadas puede servirse como tapa o entrante.

Son muy típicas, sobre todo en bares y restaurantes de esa zona de la geografía española.

Se consume sobre todo en verano, ya que es un plato muy refrescante. Es fácil de preparar, aunque hay que tener en cuenta varias cosas.

Es fundamental que los ingredientes sean de calidad. Sobre todo porque al no llevar ninguna salsa que «enmascare» el sabor de estos, quedarán solos ante el peligro y si son malos se notará.

Vamos con la receta:

Receta de Patatas aliñadas

Ingredientes (para dos personas)

  • 700 gramos de patatas nuevas, de tamaño mediano
  • 120 gramos de cebolleta (o cebolla, bien fresca y blanca)
  • 150 ml de aceite de oliva suave
  • 2 cucharadas de vinagre de Jerez (o, en su defecto, otro que sea bueno)
  • Litro y medio de agua
  • 1 cuchara colmada (llena del todo) con perejil fresco picado (no puede ser seco)
  • Sal gruesa (una cuchara grande para cocer las patatas y otra pequeña para aliñar)

Ingredientes opcionales

  • Un huevo cocido
  • 1 lata de atún en aceite
  • Unas aceitunas sin hueso

Elaboración de las patatas aliñadas

Receta patatas aliñadas

Primero, lavamos las patatas bajo el grifo. A continuación, las ponemos en una olla y las cubrimos con agua.

Las ponemos a calentar y cuando hierva el agua le añadimos una cucharada grande de sal gruesa.

Contamos unos 25 minutos a partir de que las patatas comiencen a hervir. Sin embargo, este no es un tiempo exacto, ya que depende del tamaño de las patatas. Si estas son pequeñas necesitarán menos tiempo y si son grandes, más.

Para comprobarlo, es aconsejable que cuando hayan pasado unos 20 minutos, saquemos una patata, ayudándonos con una cuchara, e introduzcamos en ella un palillo. Si la atraviesa con facilidad, significa que está bien cocida.

Mientras se cuecen las patatas, podemos aprovechar para picar la cebolleta (o cebolla) muy finamente y hacer lo mismo con el perejil dejándolo más o menos fino, según vuestro gusto. 

Cuando las patatas estén bien cocidas, apagamos el fuego y apartamos la olla de él. Dejando las patatas dentro del agua (apartada ya del fuego) durante una media hora.

Después, las sacamos y las dejamos en un escurridor hasta que estén bien templadas (una media hora más o menos).

Cuando las patatas estén calientes, pero seamos capaces de cogerlas con las manos sin quemarnos, las pelamos.

A continuación, las cortamos en rodajas y las ponemos en una fuente que sea de cristal o cerámica (nunca de metal).

Seguidamente, añadimos el perejil picado a las patatas. Por último, repartimos por encima de todo la cucharada pequeña de sal gruesa, añadimos el vinagre y, finalmente, el aceite de oliva.

Mezclamos bien y cuando las patatas estén frías (sin frigorífico), ya están listas para que podamos servirlas.

Sugerencias

Para completarlo, podemos añadir cosas como una lata de atún en aceite (tratando de escurrir el aceite antes) o un puñado de aceitunas sin hueso.

Es aconsejable comerlas el mismo día que se preparan y, a ser posible, sin que hayan pasado por el frigorífico, ya que este cambia el sabor de la patata y corremos el riesgo de que quede rancia.

Pueden guardarse ese día en una fuente cubierta con papel transparente (nunca papel de aluminio)

Otra receta típica de Cádiz: Ajo de calabazas

 

 

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