Las manitas son una de las partes del cerdo más jugosas y sabrosas. Vamos a prepararlas en una receta de manitas de cerdo en salsa con algunas especias. Deliciosa, económica y fácil de hacer.
Veamos cómo prepararlas:
Manitas de cerdo en salsa
Ingredientes (cantidades para 5 comensales)
- Dos dientes de ajo
- Cuatro manitas de cerdo
- Media cebolla
- 4 clavos
- Cucharadita de canela
- Una hoja de laurel
- Una cucharadita de hierbabuena
- Tres cayenas sin aplastar
- 1 cucharadita de comino
- Taza de ajonjolí pequeña
- Cucharadita de cúrcuma
- Pimentón de la vera
- Una cucharilla de piñones
- 1 trozo de pan duro
- Sal
- Aceite
- Vinagre
Elaboración
Primero, ponemos en un recipiente las manitas de cerdo, cortadas en cuatro trozos cada una. Las dejamos en remojo con agua y medio vaso de vinagre para que se limpien bien y suelten restos.
Después, ponemos en una olla exprés honda aceite de oliva (aproximadamente medio vasito) y empezamos a sofreír los ajos, cortados en tres trozos, y los doramos. Cuando ya lo estén, los sacamos y doramos también unos trozos de pan en láminas. Con lo que vayamos dorando, preparamos un majado (lo machacamos) y lo reservamos.
Seguidamente, ponemos una taza de ajonjolí (ya dorado) para picar en el mortero y cuando esté picado le echamos algo de agua para que quede como una especie de pasta.
A continuación, volvemos a poner la olla al fuego y doramos con mucho cuidado la cayena y el pimentón y agregamos un litro de agua y el resto de las especias.
Incluimos el majado con el ajo y el pan frito que habíamos preparado y reservado anteriormente, primero añadimos en él un vaso de agua, la pasta de ajonjolí y una pequeña taza de vinagre. Cuando rompa a hervir, escurrimos las patas, las introducimos en la olla, comprobamos cómo está de sal y si es necesario rectificamos.
Finalmente, tapamos la olla exprés, le ponemos su válvula de escape y dejamos cociendo durante una hora. Cuando pase ese tiempo, ya podemos pasar a emplatar.
Es recomendable dejar reposar las manitas de cerdo en salsa de un día para otro, ya que dejándolas reposar agarran una textura perfecta y sus sabores y aromas se potencian.
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