El aceite de almendras, aparte de ser uno de los mejores aliados para cuidar el cabello, las uñas, la piel y hasta ayuda a eliminar cierto tipo de imperfecciones como lo son las ojeras, que a veces llegamos a pensar que son imposibles de eliminar y llegamos a rendirnos de tanto batallar contra ellas.
El secreto está en el exquisito aceite de almendras, que además resulta ser muy reconocido en el mundo de la aromaterapia. No necesitaras comprar el aceite de almendras más costoso del mercado para obtener el tuyo propio, ya que este aceite es bastante sencillo de elaborar, y podrás hacerlo desde la cómoda cocina de tu hogar, además de que, a pesar de lo reconocida que sea la marca del aceite que compres, jamás te darán la seguridad y garantía de que sea un producto totalmente orgánico.
A continuación te mostraremos algunos sencillos pasos que debes seguir al pie de la letra para obtener tu fabuloso aceite de almendras, presta mucha atención.
Ingredientes:
Es indispensable que antes de ponernos en marcha con la preparación de nuestro aceite, tengas todos los ingredientes requeridos, no son muchos pero cada uno de ellos juega un papel fundamental.
- Lo primero que debes asegurarte de tener a tu disposición es una batidora o licuadora.
- Aceite de olvida extra virgen (tan solo necesitaras máximo 3 o 4 cucharadas)
- 2 tazas de almendras (es importante que las almendras se encuentren en su estado natural y no tostadas)
Preparación:
Paso #1:
Primero que nada, debes lavar las almendras, para ello no necesitaras más que un colador. Este procedimiento es ideal que lo hagan algunas personas dependiendo del lugar donde compren sus almendras, ya que algunas pueden venir con tierra, pero esto solo se debe hacer por un par de segundo, no requiere que se dejen remojando o algo por el estilo, ya que a las almendras no le puede entrar humedad.
Paso #2:
Luego de tener nuestras almendras limpias y secas, debes incluirlas en tu licuadora, lo ideal es que las almendras queden totalmente trituradas, si es posible, que se forme una pasta de almendras, literal, de este modo, podremos asegurar que al final obtendremos un excelente resultado.
Paso #3:
Cuando ya hayas logrado la deseada pasta, mientras aun las almendras se encuentren en la licuadora, ve añadiendo el aceite de oliva poco a poco, y espera un par de segundos mientras la mezcla compacta totalmente. Si ves que se forma una bola, debes añadir un poco más de aceite de oliva, con una cucharada o dos bastará, debe quedar como una crema espesa.
Paso #4:
En un frasco previamente esterilizado y seco, vierte la mezcla y séllalo bien, debes dejarlo allí durante dos semanas aproximadamente, asegúrate de que el lugar donde se encuentre sea totalmente fresco y seco.
Luego de que ya hayan transcurrido los días estipulados, podrás observar como la mezcla se alojó justo al final de envase y por encima de ella se encuentra el aceite, totalmente separados, cuando esto haya pasado, tu aceite estará listo para ser usado.
No será necesario que separes el aceite de las almendras, ya que como se encuentra en la superficie de frasco, será ideal para usarlo desde allí, aunque si deseas, puedes retirar el aceite del envase con un colador y de ese modo guardarlo en otro frasco, pero para ello, recuerda que el envase que utilices para verter el aceite, debe ser igualmente esterilizado y con su respectiva tapa con cierre hermético, esto es para que el aceite no se vaya a contaminar y de este modo pierda sus propiedades, debes ser muy cuidadoso ya que este aceite es sumamente delicado.
Fuente: https://www.aceitealmendras.com/
