En Navidad, es una tradición preparar platos especiales para compartir con nuestras familias. En estas fechas, aprovechamos a sacar todo nuestro arsenal de elaboraciones, para dejar a nuestros invitados completamente sorprendidos.
Las recetas de la cocina casera y tradicional, como el solomillo Wellington, siempre son una gran alternativa. Se trata de uno de los platos más conocidos de la cocina británica, muy apropiado para una cena familiar. El principal protagonista de esta elaboración es el solomillo de cerdo. Hay que trabajarlo con delicadeza y teniendo muy en cuenta su tiempo de cocinado, para que no se quede demasiado seco al hornearlo.
Pero como en la cocina casi todo es posible, podemos encontrar variaciones de esta receta en las que se prescinde de la carne de cerdo. Ejemplo de ello es esta versión de solomillo Wellington vegetariano en la que, los protagonistas, son los champiñones portobello a los que daremos un toque especial con una deliciosa salsa de mostaza y miel.
Ingredientes:
- 1 lámina de hojaldre
- 2 cdas de mostaza Maille a la miel
- 3 o 4 champiñones Portobello
- 2 cebollas
- 200 gr de espinaca fresca
- ½ puerro
- 2 dientes de ajo
- 4 cdas de AOVE
- Sal y pimienta
- 1 huevo
Una vez que tengamos todos los ingredientes nos ponemos manos a la obra. Después de preparar el relleno, lo dejaremos enfriar antes de incorporarlos al hojaldre para que no se deteriore y podamos cerrarlo bien sin que se generen fisuras.
Elaboración
En primer lugar, cortamos las dos cebollas y el ½ puerro y los cocinamos en una sartén con aceite de oliva durante cinco minutos aproximadamente. Añadimos un par de cucharadas de mostaza para darle un toque especial. La mejor mostaza para esta receta es una que tenga un sabor suave. Añadimos sal y pimienta al gusto, y cuando ya empiecen a estar blandas las retiramos del fuego y las reservamos.
Cortamos los ajos en finas láminas y los cocinamos también en una sartén con un poco de aceite de oliva. Añadimos las espinacas con un poco de sal y cocinamos durante otros cinco minutos aproximadamente.
El siguiente paso, será cocinar los champiñones que habremos limpiado previamente. Los salteamos en la sartén con un poco de aceite de oliva. En cuanto empiecen a estar dorados los retiramos del fuego.
La segunda parte de la receta
Cuando todas las elaboraciones anteriores hayan enfriado, podemos montar nuestro solomillo Wellington vegetariano. Para ello estiramos la base de hojaldre sobre una bandeja de horno. En la parte de la izquierda ponemos en primer lugar un poco de cebolla con salsa de mostaza, y encima un poco de la preparación de espinacas.
Colocamos los champiñones encima de las espinacas. A continuación, incorporamos una nueva capa de espinacas y de cebolla por encima.
Si nos gusta el queso, a la hora de rellenar el solomillo Wellington, podemos incorporar alguna capa con el queso que más nos guste. Lo ideal es que incorporemos un queso especial para fundir, y que no tenga un sabor demasiado fuerte para no camuflar el sabor del resto de ingredientes.
Cerramos bien el hojaldre. Debemos asegurarnos de que queda completamente sellado para que no se escapen los ingredientes durante el cocinado. Con la ayuda de un cuchillo hacemos unas marcas en forma diagonal en la parte superior del hojaldre, y pinchamos la masa en algún punto de la parte superior con un tenedor.
Para que quede más dorado el hojaldre, lo pintaremos con una brocha de cocina con un poco huevo batido. Por último, ponemos el hojaldre al horno a una altura media y lo cocinamos durante 30 – 40 minutos a una temperatura de 180 grados.
También podemos acompañar esta receta con una guarnición de patatas asadas o unos chips de verduras.
